Autos de alquiler en Haití

En promedio, un auto de renta en Haití cuesta $63 al día.

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En promedio, rentar un auto en Haití cuesta $440 por semana ($63 por día).

En promedio, rentar un auto en Haití cuesta $1.886 por mes ($63 por día).

Conducir en Haití es relativamente sencillo, aunque es importante estar preparado para un tráfico denso y a menudo caótico en zonas urbanas como Puerto Príncipe. El tráfico en la ciudad puede estar muy saturado, y un trayecto por la ciudad puede durar entre 30 y 90 minutos, dependiendo de la hora del día. Las carreteras rurales son generalmente más tranquilas, pero pueden surgir otros problemas como baches, animales en la carretera o corrimientos de tierra durante la temporada de lluvias.

Dependiendo de la agencia con la que elijas alquilar un coche en Haití, los conductores deberán tener al menos 21 años. En Sixt, por ejemplo, se aceptan conductores de 21 años, mientras que la edad mínima en Avis es de 25 años. Se requiere un permiso de conducir en inglés para cualquier alquiler de coches; si tu permiso de conducir nacional no está originalmente en inglés, tendrás que proporcionar una traducción oficial o un permiso internacional de conducir (PIC).

Después de que en 2018 se produjeran disturbios públicos por los precios de la gasolina, el costo del combustible en Haití se ha mantenido relativamente estable. Puedes esperar pagar unos 55 HTG (0,60 USD) por un litro de gasolina. Las estaciones de combustible funcionan con horarios irregulares y a veces se quedan sin existencias, lo que significa que cualquier conductor de coche de alquiler debe aprovechar la oportunidad para llenar el tanque siempre que sea posible; esto se aplica en particular a la conducción en zonas rurales o a altas horas del día.

Si bien en Haití se aplica un límite oficial de velocidad, es importante señalar que rara vez se aplica y, por consiguiente, la gran mayoría de los conductores locales hace caso omiso de él. Oficialmente, los conductores deben atenerse a un límite máximo de 50 km/h (31 mph) en las zonas urbanas o edificadas, mientras que en las zonas rurales no hay límite máximo de velocidad. Debido a las difíciles condiciones de las carreteras, se aconseja a los conductores que se atengan a una velocidad relativamente baja por motivos de seguridad.