Los casi mil quinientos millones de habitantes que tiene China hacen pensar en un país sobrepoblado y con ciudades asfixiantes. Pero el Reino del Medio, como llaman los chinos a su país, es un paraíso natural con lugares únicos en el mundo. Y, por supuesto, la Gran Muralla china que te emocionará.
En un viaje a China, no puede faltar la visita a Pekín. Pasear por sus calles repletas es una sensación extraña, agobiante al mismo tiempo que apasionante. Permite entender la evolución del país y conocer la China más moderna.
Las montañas flotantes de Zhangjiajie son una de las maravillas de China, situadas en la provincia de Hunan. En este impresionante cañón, también puedes disfrutar de cascadas, bosques y senderos.
La Gran Muralla china tiene una longitud de 8851 km, por lo que puedes verla desde muchas ciudades del país. Cerca de Pekín, puedes optar por la opción más turística, Badaling, o bien por Mutianyu. El tramo entre Simatai y Jinshanling, a 150 km de la capital, es el más salvaje y espectacular.
Los amantes del turismo urbano disfrutarán en Shanghái como en pocos sitios. Esta ciudad es la meca de la arquitectura contemporánea, con cientos de rascacielos, luces, tecnología y edificios futuristas.
En el sur del país, se encuentra Longji, conocido por sus interminables terrazas de arroz. Estas pirámides de hasta 1000 m de altitud atraen a millones de turistas que pasean por las zonas de Ping’an y Jinkeng.
Al ser un país tan grande, los climas son muy diferentes. Sin embargo, se puede afirmar que la temporada alta es en verano (junio a agosto) ya que es cuando más calor encontrarás en la mayor parte del país, época en la que pueden alcanzarse los 30 °C. Por su parte, septiembre y octubre son meses más tibios, y la temperatura no suele sobrepasar los 20 °C.
China exige a la mayoría de los países occidentales un visado para entrar como turista. Se debe solicitar un visado de turista de treinta días en las embajadas chinas, aunque es un trámite relativamente sencillo de realizar ya que no es necesaria ninguna invitación. Si quieres viajar a Hong Kong, puedes hacerlo sin visado.
Desde Madrid, se puede volar de forma directa a las ciudades de Pekín, Shanghái, Chengdú, Guangzhou, Shenzhen y Xi’an. El precio de un billete entre ambas capitales ronda los 4300 CNY (unos 550 EUR).
Las ciudades principales muestran una amplia oferta de alojamientos tanto en variedad como en cantidad. Sin embargo, se recomienda reservar con antelación, sobre todo, si viajas en julio y agosto. En las zonas rurales, abundan las llamadas "casas de familia", que son casas reconvertidas para alojar a turistas.
El transporte público es el principal medio de transporte en las grandes ciudades, ya sea el Metro o el autobús. En Pekín, por ejemplo, el Metro es utilizado diariamente por ocho millones y medio de personas. El precio es muy económico, ya que un billete de bus público cuesta unos 3 CNY (0,35 EUR, más o menos) y el Metro, unos 6 CNY (alrededor de 0,70 EUR).
El tren de alta velocidad funciona de manera óptima en todo el país y se ha convertido en una de las mejores opciones para viajar por su modernidad y comodidad. Además, es bastante asequible, con precios cercanos a los 500 CNY (unos 60 EUR) para un viaje de Pekín a Shanghái en solo 4 h 30 min, por ejemplo.
Los autobuses solo son recomendables para ir a ciudades relativamente cercanas. En ese caso, representan una buena elección, ya que son más baratos que los trenes.
El avión es la opción ideal si quieres conocer diferentes zonas de China, ya que hay centenares de vuelos nacionales y todas las ciudades principales disponen de un aeropuerto. Por ejemplo, volar de Pekín a Shanghái cuesta unos 700 CNY (90 EUR) y el tiempo que se invierte es de 2 h 30 min.
China es un país similar a España en cuanto a los precios de transporte y alojamiento. Sin embargo, salir a comer es absurdamente barato, sobre todo, si quieres probar los lugares de comida local. Por unos 25 CNY (alrededor de 3,5 EUR), puedes probar una comida completa. En la mayoría de los supermercados y locales no se aceptan tarjetas de crédito, por lo que es mejor llevar efectivo.