Este país de tierra y agua formado por diez islas y otros tantos islotes destaca por su clima tropical, sus playas tranquilas y la calidad de su marisco.
Este volcán todavía en activo es, con sus más de 2800 m, la montaña más alta del país. Después de realizar una ascensión al pico, se puede visitar Chã das Caldeiras, el área de un cráter volcánico en el que se producen vinos muy apreciados.
Sus picos verticales y sus laderas verdes son el destino preferido por los senderistas. Alberga flora y fauna endémica, como el gorrión de Cabo Verde.
Además de visitar las salinas decimonónicas, en Pedra de Lume podrás disfrutar de tratamientos de bienestar y bañarte en sus aguas saladas, famosas por sus propiedades terapéuticas. La isla de Sal, en la que se sitúa Pedra de Lume, también es famosa para practicar surf y otros deportes acuáticos.
Boa Vista es una isla de dunas, palmerales y prístinas playas. El norte de la isla es especialmente reputado por su riqueza marina, que incluye rayas y tiburones gato.
En Santiago se encuentra Cidade Velha, la primera ciudad colonial europea en los trópicos, que conserva ejemplos de la arquitectura fundacional, como el Pelourinho y el fuerte real de San Felipe. Pueden visitarse el pueblo pesquero de Tarrafal y Praia, la bulliciosa capital de la isla.
La estación lluviosa va de agosto a octubre, aunque esto no supone un obstáculo para visitar las islas. De diciembre a abril, es la época favorita para practicar surf.
Para entrar en Cabo Verde, es necesario disponer de visado, que puede solicitarse en la embajada correspondiente o adquirirse al llegar al país. El visado tiene un coste aproximado de 2765 CVE (25 EUR).
La compañía Binter Canarias ofrece vuelos directos a la isla de Sal, con una duración media de unas dos horas y media. Desde la península ibérica, todos los vuelos de Iberia y TAP prevén al menos una escala y tienen una duración de unas seis horas y media.
La oferta principal de alojamiento está constituida por hoteles, apartamentos vacacionales y villas, además de por hostales para mochileros y pensiones. Existen opciones específicas para familias y algunos alojamientos incluso aceptan animales.
Pocas ciudades disponen de autobús, y Praia es una de ellas. Los taxis son prácticos para moverse en el interior de las ciudades o desplazarse al aeropuerto y, aunque las tarifas son fijas, conviene acordarlas de antemano.
Los minibuses, denominados "alugueres", permiten desplazarse a pueblos y áreas más remotas, cubren cualquier ruta en la isla y son flexibles a la hora de recoger y dejar pasajeros.
Islas como Fogo, Brava y Praia están comunicadas entre sí por barco. Hay ferris que conectan Sal con Boavista y los puertos de Mindelo, en São Vicente y Porto Novo, con Santo Antão, con un precio de unos 880 CVE (8 EUR, más o menos) y con una duración aproximada de una hora.
El alquiler de vehículos resulta habitual, especialmente, en islas frecuentadas, como Sal, Boavista y Santiago, con precios que rondan los 7700 CVE (alrededor de 70 EUR) por día. Es conveniente disponer de un permiso de conducción internacional.
La compañía nacional TACV opera vuelos entre islas como Sal, Boavista y Santiago. El trayecto dura entre veinte y cincuenta minutos, y los precios de un billete suelen partir de 5500 CVE (unos 50 EUR).
Los hoteles y cadenas de tiendas admiten tarjetas de crédito. Muchos locales aceptan el pago en euros y, si se quiere disponer de moneda local, el escudo caboverdiano, puede cambiarse en los bancos u hoteles. El menú del día en un restaurante económico ronda los 600 CVE (sobre 5,40 EUR) y una cerveza, unos 80 CVE (0,70 EUR, más o menos).